Felipe, se había quedado, allí, luego de la despedida de Pablo, es decir Jacinto. Se levantó y caminó por el lugar. La gente iba y venía cada tanto. Fue hasta la pequeña huerta de borde oriental. Donde cilantros, zanahorias, cebollas, ajos, lechugas, manzanillas y mentas, parecían reñir en vitalidad y frescura.
Luego se sentó en otra mesa, en el costado opuesto.
Dejó su pequeño bolso sobre la mesa, sacó la libreta de cubierta azul, el
esfero y el resaltador. Buscó la hoja con la última nota y continuó
escribiendo.
Aurora reapareció en la mesa
virtual del sur frente a la pantalla del laptop y conectó el proyector 3D.
Cerró la ventana de la imagen de Condórtimus 2.0., miró al cielo donde calculó
que le quedaba al menos una hora de buena luz natural. Volvió a la pantalla de
portátil. Esta vez escogió entrar al enlace 2025.
Prerrequisitos. 1. NV3000 + & NV5090. 2.
Ultranet. 3. Condórtimus 1.0+
Agradecemos
su interés por utilizar Metrópolis - Gemelos Digitales. Metrópolis. Si cumple
los requisitos. Proceda a Continuar.
-Qué raro, estoy segura que antes no estaba aquí el
tercer requisito. Pero intentémoslo. - reflexionó.
Escogió Continuar. En la pantalla apareció el
mensaje. “Usted tiene ahora la opción de contar con la asesoría inteligente más
avanzada. Condórtimus 1.0. Siga las instrucciones para obtener su código único
de acceso. Así lo hizo y finalmente después de digitar su clave recién
obtenida, pudo entrar a la plataforma de control de Metrópolis - Gemelos
Digitales, y en la pantalla apareció de nuevo la maqueta de polígonos con
puntos verdes. En la terraza, ya no había nadie. Una vigilante uniformada estaba
distante y monitoreaba con su celular los pisos donde había más actividad.
Empezó eligiendo el gemelo digital de Tokio.
Condórtimus, apareció sobrevolando la zona elegida. Navegó sobre Shibuya y
luego en un barrio de la periferia. Clicó sobre el ícono del cóndor.
Condórtimus en rápido acercamiento llenó la pantalla, exhibiendo el entramado
de sus circuitos electrónicos tras una imitación de plumaje trasparente. Aurora
se puso unos audífonos inalámbricos color marfil. Condórtimus, movió sus alas
levemente, “Sugiero que trabajemos con Bogotá”. Aurora asintió con la cabeza.
La imagen del robot cóndor se convirtió en un pequeño ícono dispuesto a
sobrevolar cualquier zona. Apareció una maqueta básica de la ciudad, con zonas
y vías principales. Tenía paletas amarillas en cada sector donde decía “Empezar
a planear y construir”.
Escogió la zona del salitre para probar. Ubicó el
sector del Jardín Botánico J.S. Mutis. También marcó el Parque Simón Bolívar.
En la barra de herramientas tomó la del metro-cable, Condórtimus volando
desplazó el cursor con el pico. Trazó una trayectoria entre la horilla de lago
del parque y la entrada del Botánico. Aurora asintió. Luego ubico la Biblioteca
Barco. Condórtimus trazó otra trayectoria desde el lago hasta la entrada
oriental de la Barco y guardó los cambios parciales. Metrópolis, desplegó mostró una lista
elegible con varios modelos de inteligencia artificial. Con la punta del ala,
escogió Llama-vision3.3. Los procesadores empezaron a demostrar el poder de sus
trillones de operaciones por segundo. Aurora se levantó y fue hasta la mesa
contigua. El cielo estaba incendiado con tonos fucsias rosas naranjas y dorados
del atardecer. Los ventanales de los edificios que podía ver reflejan esa
sinfonía cromática, casi sobrenatural. Volteo a ver su computador. El proyector
lanzó las imágenes a la terraza. El parque, el jardín y la biblioteca, unidos
por un magnifico sistema de metro-cable de doble vía a 7 metros de altura, con
múltiples góndolas colgantes con capacidad para diez ocupantes. En la
simulación tridimensional, los pasajeros disfrutaban del recorrido. Aurora
detuvo la proyección, apagó lo equipos los guardó en su maleta con rodachinas,
desplegó la manija y halándola, se dirigió a la salida, desde donde la
vigilante uniformada la observaba con gran curiosidad.
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